Mariana Martínez Rodríguez.-
Mundo,Economía y Negocios
El esquema actual de prestaciones es el "fantasma" que le sale a la nueva LOT. La Comisión Presidencial que diseña la "nueva" Ley Orgánica del Trabajo (LOT) parece no encontrar salida para que un régimen retroactivo cabalgue solo.
Por lo que los "derechos adquiridos" en el sistema vigente son el fantasma que frena el avance en esta instancia.
La otra promesa, que era reducir la jornada laboral, ya consiguió una primera vía de escape en el caso de los trabajadores del comercio, los servicios, el campo, la pesca y la vigilancia privada. El resto del articulado tiene soluciones simples de ajuste y acuerdo.
En cuanto a las prestaciones, el canciller Nicolás Maduro, coordinador de esta instancia, ha dicho que "hay una disposición constitucional de construir un nuevo régimen sobre la base del recálculo según el último salario y de acuerdo con el tiempo de servicio del trabajador, además hay un conjunto de derechos adquiridos en los sistemas de prestaciones anteriores, e incluso en el vigente, vamos a buscar la fórmula constitucional que preserve los derechos adquiridos y desarrolle los nuevos".
Para resolver el dilema central, un régimen de prestaciones que retorne al "cálculo retroactivo", y además mantenga la cantidad de días que ofrece el vigente y sobre todo la garantía de pago, pues el empleador está en la obligación de depositar en una cuenta individual cinco días de salario por mes, la ex ministra del Trabajo de Caldera, María Bernardoni, junto a un grupo de expertos, envió una propuesta a la Comisión.
En ella plantean mantener el régimen actual de 45 días el primer año, 60 a partir del segundo y un acumulable de dos días por año hasta sumar otros 30 días de prestaciones y llegar a 90 a los 16 años de servicio, pero proponen que al término de la relación laboral al trabajador se le calcule su antigüedad sobre la base de 30 días por año con retroactividad.
Esto implica que el empleador hará un recálculo de 30 días por año al último salario, y a lo acumulado le sumará la diferencia que genere este recálculo por cada año. El primer año 15 días se pagarían a salario del año y 30 días según el que perciba en el último año de servicio; a partir del segundo, 30 se pagarán al salario del año y los otros 30 con retroactividad, y así hasta llegar a 90 días, donde 60 días serán pagados al salario de cada año y 30 días se recalcularán sobre la base del último salario devengado.
Para Bernardoni esta es una propuesta seductora y equilibrada. El empleador solo paga la diferencia, y el trabajador no pierde nada, sino que "gana más".
¿Qué sistema conviene más?
Desde su experiencia, Bernardoni asegura que salarizar el sistema actual y sobre eso hacer el recálculo de 60 días de prestaciones retroactivo es "impagable tanto para el patrón privado como para el Estado".
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